Las Enseñanzas originales de Jesús el Cristo/Personas PersonasJesús vino a la Tierra para ayudar a las personas a encontrar al Padre Celestial. Él trató de hablar sobre el Padre, pero sólo algunos podían entender Sus palabras, e incluso ellos entendieron solamente en parte. Entonces Jesús emprendió un gran sacrificio: Él se rindió voluntariamente a una muerte dolorosa a través de la crucifixión para que todo lo que Él había dicho no se olvidara y sirviera para las generaciones futuras. Él se sacrificó por las personas (y no por Dios como algunos de Sus seguidores fantasearon). Él las amó mucho y regaló todo de Sí Mismo para ayudarlas. No obstante, Él también clasificó a las personas en los siguientes grupos: El primero es el de «los cerdos» y «los perros», a quienes no vale la pena dar perlas de conocimiento espiritual porque las pisotearán y después despedazarán a los que se las dieron (Mateo 7:6). El segundo es el de los «lobos-hipócritas» (Mateo 10:16; 23:13-35). El tercero es el de esos pocos que son capaces de comprender el conocimiento espiritual más alto. Él dijo esto sin odio hacia «los perros», «los cerdos» y «los lobos». Él supo que ellos no son más que niños imprudentes, si evaluamos su edad desde el punto de vista de la evolución del alma, y que «no saben lo que hacen», incluso cuando estaban crucificándolo (Lucas 23:34). Él aconsejó a los demás tomar la misma actitud: «(…) Yo les digo: ¡Amen a sus enemigos, bendigan a quienes los maldicen, hagan bien a quienes los odian y oren por quienes los ultrajan y los persiguen, para que sean hijos de su Padre Celestial! ¡Pues Él hace salir Su Sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos!» (Mateo 5:44-45) Lo antedicho tiene valor no sólo para un análisis histórico, sino que esta clasificación de las personas y de su conducta es típica de cualquier sociedad y de cualquier país. Todo Mesías y todo líder espiritual que intente dar a las personas el conocimiento más alto sobre Dios y sobre el Camino hacia Él se encuentra con estos fenómenos. Este líder o Mesías descubre al final que por mucho que dijese a la muchedumbre de discípulos sobre lo Supremo, la mayoría de ellos no pueden comprenderlo y, en la primera oportunidad que se presenta, muestran su inclinación a degradarse hasta los juegos religiosos primitivos o, aún peor, traicionan y matan al que se sacrificó por ellos. Con todo, esto no significa que sea inútil ayudarlos. Debemos ayudar, pero no debemos esperar resultados inmediatos. Pues el desarrollo de las almas jóvenes marcha más lentamente de lo que sus líderes más evolucionados quisieran. Y los discípulos todavía tienen tiempo hasta la «cosecha». Las examinadas leyes psicológicas de conducta de diversos grupos evolutivos de personas también explican muchos procesos y fenómenos sociales, por ejemplo, las manifestaciones de fanatismo político o religioso, y también ayudan a comprender qué es el «patriotismo».
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