Las Enseñanzas originales de Jesús el Cristo/Proceso de la creación. Multidimensionalidad del espacio
Proceso de la creación.
Multidimensionalidad
del espacio
Durante la fase «no manifestada» de un Manvantara existen sólo el Creador y el «material de construcción» para la materia y para las almas. El proceso de creación empieza con las condensaciones locales de protoprakriti. A partir de esta última debe formarse un sustrato denso para que sea posible la vida de los cuerpos orgánicos sobre éste. «(…) Ella salió, ella se manifestó, ella apareció ante Él en el brillo de Su Luz (…). Ella se convirtió en el vientre materno (…)» (El Apócrifo de Juan, 4:25-5:5).
Por supuesto, el proceso de la «creación del mundo» no duró días, sino épocas. Los seis «días» de la «creación del mundo» son un ejemplo de una traducción incorrecta de la Biblia. (Si suponemos que éstos fueron días en el sentido usual de esta palabra, tendríamos que admitir que desde el principio del proceso de creación transcurrieron solamente 7500 años. No obstante, los datos arqueológicos indican que las personas han existido en la Tierra durante aproximadamente un millón de años o más).
En el Evangelio de Felipe las dimensiones espaciales se denominan con la palabra griega «eones».
Es imposible explicar cabalmente la naturaleza de una estructura multidimensional, como es la Tierra por ejemplo, con palabras. Sólo podemos decir que en la profundidad debajo de cada objeto material, incluyendo nuestros cuerpos, yacen estratos de Luz cada vez más sutil, pura, tierna y lúcida. Es posible conocer estos estratos solamente a través de los métodos especiales para el desarrollo de la conciencia. Este es el Camino de la refinación gradual de la conciencia, de su «fortalecimiento» y «cristalización» en cada uno de los niveles logrados. Es el Camino hacia el conocimiento del Creador.
En cuanto al «fin del mundo», es el proceso inverso durante el cual la Creación se desintegra.
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«Él lo quiso y el mundo (de la Creación) apareció. Con un pensamiento Divino, Él juntó las aguas y separó de éstas la porción seca del globo. Él es la causa de la vida misteriosa del hombre (es decir, de su forma corpórea), en quien Él insufló una parte de Su Ser» (La Vida de San Issa, 5:18).
«(…) Él es Vida Que da la vida (…)» (El Apócrifo de Juan, 4:1).
«(…) (Él) existía antes del principio de todo (en la Creación) y existirá después del fin de todo» (La Vida de San Issa, 8:6).